Hoy día de la mujer, me gustaría hablar como madre. Quisiera hacer visible una de las problemáticas que continúan presentes a pesar de toda esa historia de reivindicaciones. Se trata de la falta de apoyo de la sociedad, del estado y de las empresas para que la conciliación entre trabajo y familia sea una realidad.
Gracias al empeño de muchas mujeres, a las cuales estoy agradecida, antes de ser madre yo había conseguido elegir y estudiar una carrera, trabajar en puestos de coordinación a la par de hombres, ganar un sueldo igual o mayor que el de mi marido e incluso garantizar una distribución equitativa de las tareas domésticas, sin embargo tras convertirme en madre muchos de esos logros quedaron en entre dicho.
Al tener en mis brazos a ese nuevo ser, ya no me veía capaz de seguir avanzando en mi carrera profesional, pues eso implicaba dejarlo a los 4 meses varias horas en una guardería. Así que dejé de trabajar remuneradamente para estar con mi bebé. Empecé pues a depender del sueldo de mi marido y como estaba en casa ya no quedaba tan justificada la distribución “equitativa de tareas”. Así que en definitiva todo el camino de libertad y autonomía recorrido como mujer había quedado atrás y volvía a estar como las mayoría de mujeres de hace un siglo: en casa con los hijos, dependientes de sus maridos y dedicadas a la casa. Suerte que todo esto había sido por decisión propia, ya que mi prioridad era mi hijo y que más adelante encontré en el emprendimiento una ventanita para seguir desarrollándome personal y profesionalmente.
Estas y otras consecuencias tiene para una mujer profesional el ser madre en nuestra sociedad, porque la conciliación familia-trabajo aún no es un derecho. En nuestro contexto social aún no se considera la mater-paternidad, una de las tareas más fundamentales, estratégicas, generadoras de valor y creadoras de riqueza que existen. Aún no se ve que el tiempo de calidad, la dedicación y una crianza respetuosa brindada a los niños, puede tener un efecto transformador en nuestra sociedad, puede garantizar el despliegue de grandes talentos, la generación de una sociedad más pacífica y justa.
NO, aún vivimos en un mundo en donde la familia, ya sea monoparetal, biparental, separada o lo que sea, no cuenta con el apoyo que se merece para garantizar una buena crianza y cuidado de los hijos. Los permisos de maternidad son muy cortos para las madres y testimoniales para los padres, no existen incentivos para aquellas empresas que ofrecen jornadas parciales y horarios flexibles, las empresas no quieren contratar a mujeres en edad de quedarse embarazadas y menos a aquellas que tienen un vacío en el currículum por haber dedicado dos o tres años al cuidado de sus hijos, los hombres corren el riesgo de perder su trabajo si deciden reducir la jornada porque ya no lo dan todo por la empresa. Y podría seguir con el listado, pero no quiero dedicar más tiempo a la queja.
En conclusión, estamos aún muy lejos de conseguir que la conciliación sea un derecho, pero como siempre digo, es mejor centrarnos en la propuesta y no en la queja, así que:
Mi propuesta de este día de la mujer es que empecemos por creernos que la maternidad, que hoy en día es una decisión y no un destino para la mujer, es una tarea con mucho peso y que actuemos en consecuencia, dándole la visibilidad y el valor que ahora no tiene.
Los cambios sociales empiezan por las personas y las empresas, los partidos, las entidades del estado están conformadas por personas, hombres y mujeres algunos de ellos padres y madres, que pueden hacer pequeñas grandes acciones para transformar los modelos de trabajo y conseguir que estos ayuden a crear vida y no a destruirla.
Algunas propuestas:
Si tienes una empresa contrata a una madre. Está comprobado que por lo general somos más fiables, gestionamos mejor el tiempo y cambiamos menos de lugar de trabajo (Mira este artículo: Ventajas que tienen las empresas que dan trabajo a madres).
Flexibiliza los horarios y trabaja por objetivos. Está comprobado que trabajar por objetivos hace que las personas rindan más y obtengan mejores resultados.
Adapta los horarios de tu local teniendo en cuenta las horas donde hay más ventas y tu público objetivo. Aunque haya un horario de apertura, no siempre se vende más por tener el local más horas abierto. Analiza tu público, quizá éste sólo compra a ciertas horas del día.
Garantiza que tus trabajador@s hagan la baja de maternidad y paternidad completa. Sin duda valoraran más la empresa, estarán más comprometidos con ella, estarán más felices y conseguirán mejores resultados.
¿Y tú?, ¿Qué puedes hacer a partir de hoy, para ayudar a que la conciliación
familia-trabajo sea un hecho?
Déjame tus comentarios, me encantará conversar contigo.
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